Hola amigos, me pilláis en casa por un pelo, porque ahora
iba a salir en busca de flores para conseguir los ingredientes para fabricar el
alimento de la colmena.
¿Si queréis acompañarme…….?
Esta actividad es el pecoreo, que lleva a las abejas de una
flor a otra, para obtener el néctar y polen.
No todas las flores sirven a las abejas para fabricar miel. Solo
usamos aquellas que atraen insectos y otros animales (por color u olor) para transferir su polen a otra flor. Sólo
visitamos flores de la misma especie en cada viaje.
Salimos de la colmena para explorar el terreno, y localizar
así flores indicadas. Cuando la búsqueda ha sido provechosa, la abeja que
encuentra el lugar ideal, al regresar a la colmena, y ofrecerá una danza en
forma de ochos, con la que nos dará indicaciones del lugar al que debemos ir
para encontrar el alimento. . Aunque no solemos alejarnos más de un par de
kilómetros, en caso de escasez de flores podemos distanciarnos de la colmena
hasta 14 kilómetros. Y cuando aun así no encontramos un “filón” de alimento en
un lugar determinado (por la distancia de la colmena, o bien por la escasez de
flores de la misma especie vegetal), recolectamos alimento de distintas zonas y
especies vegetales, dando así lugar a la miel multifloral.
Así que vamos todas a la zona que nos ha dicho nuestra
compi, y allí nos posamos sobre las flores que más nos gustan, y con nuestra
lengua en forma de trompa chupamos el néctar que almacenamos en nuestro buche (que es una especie de bolsa interna), que una vez llena vaciaremos en la
colmena, donde sera transformada en miel. También transportamos polen, que se nos queda pegado en nuestras
patitas.
Las abejas obreras pecoreadoras también se encargan de recolectar
agua.
ACTIVIDAD
¡Quietas, abejas!
El juego ¡Quietas, abejas! es una gran manera para que los
niños comience a conocer la música clásica.
Viste con ropa de color amarillo y negro y con dos platos de
papel como las alas (uno en cada lado) a todos los niños que vayan a
participar. Sabiendo ya que las abejas bailan en círculos y en zigzag mientras
están polinizando las flores. Ponemos la
pieza musical "El vuelo del moscardón" de Nikolai Rimsky-Korsakov y
comienzan a batir sus brazos como si fuesen sus "alas", y que hagan ruidos
de zumbidos a través de sus dientes mientras bailan.
En caso de que no encuentres esta melodia aqui te la pongo yo, para que te diviertas solo o con amigos
Pausa la música en
pleno vuelo y di, "¡Quietas, abejas!" y dejen de bailar. Los pequeños
abejorros tendrán pronto ataques de risa que sonarán tan dulces como la miel.
Ahora me voy zumbando……
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